martes, 28 de agosto de 2012

Klaus Steinmetz

Para inspirarse un martes...

Es un artista por sí solo, pero también promueve el arte de otros en su galería Klaus Steinmetz Contemporary Art. Hace pocos años creó la echada de menos revista Sibarita, ahora podemos leer sus recomendaciones gastronómicas en la revista EGO y si aún no les suena su nombre, vale la pena que sigan leyendo!
Entre mis amigos, es de los que llegan a sorprenderme ya sea con un poema o porque se rapó (igual a un monje) durante un viaje a Asia… Pero en verdad, lo que más me gusta de Klaus es que no se toma la vida demasiado en serio!


Tu nombre está ligado al arte y a la gastronomía, qué te atrae de ambas corrientes?

“Soy poeta pero también amo el hedonismo involucrado en los placeres del paladar y amo el arte, el cine, la danza contemporánea. No se trata de ser disperso o de un vano empeño por ser polifacético o renacentista… Es proteger tu capacidad de asombro; ser niño por siempre.



¿Qué es lo más increíble que has probado y dónde?

Amo aquel cangrejo enorme que me comí una vez en San Sebastián, el jamón de jabalí en las calles de Siena, aquel animal rostizado y extraño que me pusieron en el plato en Cambodia…”






A mí parecer, San José está volviéndose una ciudad más cosmopolita, hay toda una nueva generación ávida por probar cosas nuevas y tanto en la zona este como en la oeste, ha surgido una oferta variada de restaurantes con conceptos creativos, cuál es tu opinión al respecto? Ciertamente notás un cambio?

“Costa Rica es más cosmopolita en Dominical o Langosta que en San José. La gastronomía nacional se desarrolló aceleradamente gracias al turismo, por lo que muchos de los mejores restaurantes del país no están en el Valle Central. La legendaria Pecora Nera de Puerto Viejo o el estupendo Casa Mar y Sol de Flamingo son buenos ejemplos. En San José, obviamente, las mejores ofertas están donde están los que pueden pagar por ellas: en el oeste. Es poco aún lo que el este puede ofrecer y más bien vivimos una migración a poniente, como ocurrió con Il Ritorno o L’Ille de France. Pero los josefinos son temerosos al cambio y propuestas atrevidas como Texturas, el único resto molecular que hemos tenido, debió cerrar. Hoy en día me gusta ir a La Divina Comida de Marco Ganoza. Aprecio mucho a los chefs de Doris Metropolitan en Santa Ana y de Mekong en Avenida Escazú. Me gusta la propuesta de Product C, pero prefiero el viejo lugar en Santa Ana. Aún así, el mejor chef sigue siendo el excéntrico Richard Neat de Park Café en La Sabana.”


¿Cuál es la visión de tu galería, qué tipo de exposiciones preparás?

“Algunas de mis muestras son para generar plata y seguir adelante con mis delirios, otras son caprichos, otras transpiran un intelectualismo rancio y triste. Ahora mismo estoy apasionado por dos de mis nuevos descubrimientos: el colombiano Eduard Moreno y el brasileiro Mozart Guerra, que son antípodas en temas de estilo y mensaje. A este último, lo descubrí en casa de un coleccionista en South Beach, lo ubiqué en internet, lo llamé y una semana después estaba en el Passage Cottin de Montmartre, firmando  contrato. Eso es lo que me apasiona de mi trabajo, en los últimos 14 meses he hecho exposiciones en una docena de lugares, entre los que están Buenos Aires, Río, Bogotá, Miami, Guatemala, Panamá, Mónaco y Basilea.”




¿Cuál es la rama del arte que más disfrutás, la que más te inspira? 

“Es difícil decir que uno tiene preferencia por una forma de arte, por una técnica o por un estilo. La verdadera pasión por el arte tiene que ver con un estado de conciencia, con una apertura de conciencia.”


¿Un artista nacional con una propuesta vanguardista?

“Un artista joven que me impresione: Fabrizio Arrieta y Oscar Figueroa…”


Para terminar, sugerinos restaurantes que conjuguen un menú creativo y una propuesta decorativa diferente.

“Propuesta creativa en menú y decoración… La Divina Comida, Praha, Corteza Amarilla.”

Gracias Klaus!! 
No sé ustedes pero yo quedé con ganas de salir a cenar... 




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